Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2014

Sobre agradecer.

La verdad esta entrada no estaba en los planes (de hecho tengo un par en borrador que esperan salir pronto a la luz) pero entre tantas cosas que me pasan últimamente, entre los trancones de esta ciudad tan extraña y entre el trabajo tan agotador y tan duro a ratos, hoy quería dar las gracias por esos regalos que doy por sentado tantas veces, pero sin los cuáles no valdría la pena continuar. Y es que son tantos y tan increíbles que se hacen cotidianos, hasta que empiezas a extrañarlos: Por la compañía de la gente que amo, que tengo cerca y que no. De mi familia que está siempre a mi lado en las verdes y las maduras; de mis amigos que aún estando lejos no me olvidan y yo tampoco: a pesar de nuestra falta de comunicación las conexiones no se rompen y es un regalo tan maravilloso saberse querido y acompañado a través de tantos días y kilómetros. Los sueños, los amores, los miedos, los momentos compartidos crean puentes más fuertes que los de concreto. Por la compañía peluda en cuatro pa...

Sobre el miedo

Existen monstruos bajo la cama, que esperan el silencio de la noche para llenar nuestros sueños de niebla. Algunos viven en los armarios de las cosas que ocultamos incluso de nosotros mismo, que aumentan su poder mientras siguen ocultos al amparo de las sombras. Otros habitan dentro de las paredes de nuestras ideas, monstruos sólidos e inconmovibles, nutridos de nuestros dogmas y verdades absolutas, dispuestos a matar a la menor provocación y absolutamente ciegos como topos Pero el monstruo que más temo tiene forma de camaleón. A veces se viste de sensatez, otras de precaución y muchas veces de conformidad. Es una goma que envuelve, que asfixia lentamente todo atisbo de valor, que paraliza en cálido abrazo todo crecimiento, y que pudre. Quizá vendría bien recordar que basta encender una luz para que los monstruos queden reducidos a zapatos y juguetes en medio del desorden.