Entradas

Mostrando entradas de julio, 2014

Sobre la tristeza

"Y mi tristeza y yo nos amábamos y amábamos el mundo que nos rodeaba. Pues mi Tristeza era de corazón bondadoso, y el mío también era amable cuando estaba lleno de Tristeza."  Khalil Gibrán, El Loco. Hoy estoy triste.  Y no sé porque, la verdad, pero así como a veces estoy feliz sin motivo aparente, también la tristeza llega sin aviso, y se queda un rato conmigo.  Me gusta la tristeza en dosis pequeñas. Es una cosa como dulce y amarga a la vez. Yo me imagino la mía como un animalito peludo y pequeñito, que hace nido en mi pecho y se queda a dormir. A veces duerme una siesta. O hiberna en lo que parece ser un largo invierno. La imagino un poco como la describe Gibrán: como una entidad con vida propia que va y viene a su antojo, que me recuerda la fragilidad, la soledad, la belleza y la distancia. Me recuerda que necesito compañía, que necesito abrazos, que necesito música y atardeceres. Me recuerda a la gente que tengo lejos, a la que ya no volverá, a la que a ...

Sobre los tatuajes.

Quienes me conocen bien saben que me gustan mucho los tatuajes. Ya tengo dos (técnicamente tres) y la idea es hacerme uno(s) más.   El caso es que algunas personas aún tienen un montón de prejuicios sobre los tatuajes. Que son de pandilleros, o de drogadictos, o de gente irresponsable que algún día se arrepentirá de tenerlos. De adolescentes rebeldes y alternativos que se pintan el pelo de colores y se hacen crestas. Otros más piensan que son de ex-convictos. O que fue una decisión tomada a la ligera, en alguna noche de copas, o por perder una apuesta.  Y puede ser.  Pero para mí los tatuajes representan etapas, decisiones, aceptaciones. Representan algo que soy en este momento. Y cuando deje de ser esta persona que soy, serán un recordatorio de esa persona que fui. (creo que conjugué el verbo ser en todos los tiempos tolerados en una frase) Mi experiencia personal con los tatuajes ha sido bonita y mágica, quizá por las cosas que representan para mí y porque h...

Sobre la felicidad (o qué haría si ganara el baloto)

A veces, cuando me asusta mucho la situación, pienso en comprar el baloto. No lo he hecho porque primero me duele gastar $5500 que me sirven para los buses, y segundo porque siento que sería un poco como hacer trampa con la vida si me lo llegara a ganar. Pero no puedo negar que he pensado qué haría con tanto dinero: pagar deudas, donar parte del dinero a alguien que lo necesite, comprar cosas para mi familia y amigos, viajar, estudiar... bueno, lo que todo el mundo "haría" si tuviera tanto dinero de golpe. Estos días, después de planear todo lo que haría con tanto dinero, me puse a pensar que todo el tiempo estamos esperando algo para ser felices: el trabajo soñado, las vacaciones soñadas, la persona soñada, los hijos soñados; todas estas cosas que vendrán después. Vivimos aplazando la felicidad como si fuera un premio, y dejamos pasar los instantes. Siempre esperamos el momento perfecto para arriesgarnos, para hacer ese viaje que siempre quisimos hacer, para hablarle a es...

Sobre género y transmilenio

Hace unos días me pasó una cosa curiosa en transmilenio. Me subí a uno de los articulados que tienen vagones exclusivos para mujeres. Cuándo iba a sentarme, una mujer se me acercó y muy segura me dijo: - Este vagón es sólo para mujeres. - Si, por eso. - Si, por eso, es sólo para mujeres. - Si, por eso, permiso. - Disculpe. A mí, la verdad, me pareció muy divertido todo este episodio. Desde que me corté el pelo, me pasa con alguna frecuencia que las personas me confundan con un hombre. Pero jamás me había pasado que insistieran, mirándome a los ojos, y después de escucharme (mi voz no es nada masculina) en su confusión. Pero la verdad me asaltan las dudas. Primero: ¿Qué tan efectiva es la medida de transmilenio de crear vagones exclusivos para mujeres? Entiendo y he sufrido como todos y todas el acoso y la invasión de la privacidad y el absoluto malestar que implica que todo el mundo lo esté manoseando a uno, pero estos vagones sólo funcionan separados en horas valle, y en pocos...