Sobre ser mujer
Cuando era una niña recuerdo que un día de la mujer eligieron a las mujeres más destacadas del salón. Me escogieron a mi entre ellas, lo cuál me sorprendió mucho porque no me sentía una mujer. No me malentiendan: no me sentía un hombre tampoco, sólo que para mí las mujeres usaban tacones, falda, jugaban con muñecas o al papá y a la mamá, se peinaban entre ellas y cosas así. Yo sólo me peinaba para que el pelo no se me cayera sobre la cara, usaba la falda del colegio porque era el uniforme y prefería jugar al fútbol o al baloncesto antes que a otra cosa.
La verdad ser mujer era muy aburrido: barrer, trapear, cocinar, cuidar a los niños... Me la pasé gran parte de mi infancia escuchando: no juegues a eso, pareces un niño. Las niñas no hacen eso. Marimacho. Aprende a hacer oficio. A lavar.
A medida que crecía, ser mujer se volvió un ejercicio de responder preguntas: ya te maquillas? ya tienes novio? Por qué la falda tan larga? por qué tan corta? Por qué no te peinas distinto?
También era un asunto de actuar: las niñas cruzan las piernas, no dicen groserías, no cargan cosas pesadas, no invitan a los niños a bailar, hablan bajito, caminan de cierta manera, comen de cierta manera... era agotador.
Aún hoy ser mujer es un ejercicio que implica ser independiente pero cargando los lastres que nos han heredado. Puedes decidir como lucir, te dicen en la tele, mientras te venden la crema depiladora y el maquillaje "natural". Puedes salir con quien quieras, pero si te embarazas es problema tuyo por no cuidarte, no del padre. Puedes trabajar como tu esposo, pero sigues haciendo la cena y cuidando a los niños mientras él ve el noticiero. Y no te puedes quejar, eso no: es tu culpa si te violan, si te miran por la calle, si tu pareja te golpea, si tu jefe te grita y te exige más pero te paga menos. Es tu culpa por como te vistes, por andar sola, por escoger esa persona, por ser mujer en un trabajo de hombres. ¿Cuales derechos reclamas, si te pensionas antes? ¿Si tienes vagones de metros y transmilenio sólo para ti? ¿si te dan el asiento cuando vas cansada y no tienes que pagar la cuenta porque siempre te invitan?
Y mientras sigamos escuchando esas preguntas, mientras sigamos pensando que ser hombre o ser mujer nos da ciertos privilegios o nos obliga a aceptar ciertas cosas, y sigamos minimizando eso que hemos normalizado pero que nos hace daño, no podemos celebrar el día de la mujer. O del hombre.
Porque la igualdad que buscamos no es aquella que nos uniforma, sino aquella que nos permite ser diferentes sin atropellar la diferencia del otro.
Sigue siendo difícil ser mujer. Pero mientras sigamos insistiendo con las pequeñas acciones, con la justicia, con la equidad, las mujeres que vengan detrás de nosotros la tendrán más fácil.
La verdad ser mujer era muy aburrido: barrer, trapear, cocinar, cuidar a los niños... Me la pasé gran parte de mi infancia escuchando: no juegues a eso, pareces un niño. Las niñas no hacen eso. Marimacho. Aprende a hacer oficio. A lavar.
A medida que crecía, ser mujer se volvió un ejercicio de responder preguntas: ya te maquillas? ya tienes novio? Por qué la falda tan larga? por qué tan corta? Por qué no te peinas distinto?
También era un asunto de actuar: las niñas cruzan las piernas, no dicen groserías, no cargan cosas pesadas, no invitan a los niños a bailar, hablan bajito, caminan de cierta manera, comen de cierta manera... era agotador.
Aún hoy ser mujer es un ejercicio que implica ser independiente pero cargando los lastres que nos han heredado. Puedes decidir como lucir, te dicen en la tele, mientras te venden la crema depiladora y el maquillaje "natural". Puedes salir con quien quieras, pero si te embarazas es problema tuyo por no cuidarte, no del padre. Puedes trabajar como tu esposo, pero sigues haciendo la cena y cuidando a los niños mientras él ve el noticiero. Y no te puedes quejar, eso no: es tu culpa si te violan, si te miran por la calle, si tu pareja te golpea, si tu jefe te grita y te exige más pero te paga menos. Es tu culpa por como te vistes, por andar sola, por escoger esa persona, por ser mujer en un trabajo de hombres. ¿Cuales derechos reclamas, si te pensionas antes? ¿Si tienes vagones de metros y transmilenio sólo para ti? ¿si te dan el asiento cuando vas cansada y no tienes que pagar la cuenta porque siempre te invitan?
Y mientras sigamos escuchando esas preguntas, mientras sigamos pensando que ser hombre o ser mujer nos da ciertos privilegios o nos obliga a aceptar ciertas cosas, y sigamos minimizando eso que hemos normalizado pero que nos hace daño, no podemos celebrar el día de la mujer. O del hombre.
Porque la igualdad que buscamos no es aquella que nos uniforma, sino aquella que nos permite ser diferentes sin atropellar la diferencia del otro.
Sigue siendo difícil ser mujer. Pero mientras sigamos insistiendo con las pequeñas acciones, con la justicia, con la equidad, las mujeres que vengan detrás de nosotros la tendrán más fácil.
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