Sobre la tolerancia

En estos días la gente es tolerante. O eso dice. Y como cada vez es más sencillo pelear sin verle la cara a la gente, la tolerancia se convirtió en un ejercicio de ser políticamente correcto de frente, mientras tiras la piedra por detrás, generalmente en la impersonalidad de las redes sociales.
Quienes me conocen bien, saben que la tolerancia no es mi palabra favorita. La detesto, porque tiene esa tibieza de quien no se compromete. Es meramente epidérmica, aséptica: como tolerar la lactosa, el tráfico, el reguetón. No me gusta porque la usamos con todo eso que no nos queda más que soportar, que consideramos inferior, malo, que ni siquiera debemos detenernos a observar. La tolerancia es, de por sí, un juicio.
El tema es que se supone que debemos educar en la tolerancia. Debemos tolerar a quienes piensan distinto (están equivocados, pero cada uno tiene derecho a su opinión, no?) a quienes creen distinto (pobrecitos, no han encontrado la inserte aquí su religión-ideología-creencia mientras que yo ya me iluminé) a quienes aman distinto (igual se van al infierno, o son víctimas del heteropatriarcado dominante...)
Tolerar implica encontrar la diferencia, siempre, como eso que nos divide y nos permite meternos en casillitas cada vez más exigentes y más cerradas. Nos da el sentimiento de ser superiores, acallando nuestros propios prejuicios y dándonos el estatus de jueces, siendo los únicos poseedores de la verdad.
Quizá lo que menos me gusta de la tolerancia es que permite opinar sobre todo desde la comodidad de nuestra ignorancia, sin conocer a ese otro porque ya sé que es "otro" equivocado e ignorante, y no entro a ver qué tan otro soy yo para él. Entonces mi tolerancia me permite decir "yo te tolero, pero pienso que eres un idiota, un pecador, un iluso, un ignorante. Te tolero porque no te pude convencer, mostrar la única verdad que existe, porque me da pereza entenderte o aprender lo que tu sabes para poder acercarme a tu manera de ver el mundo"

También, en nombre de esa tolerancia, nos permitimos la indiferencia frente a eso que esta mal. En esa misma tibieza que sólo se exacerba en las redes, pero que nos da lo mismo en la calle. Toleramos lo que nos conviene, lo que no nos toca de cerca, y de la misma forma insultamos. Pero seguimos tan tranquilos, votando por los mismos, viendo como maltratan a otros que no vemos en nombre de esa "tolerancia".

Es contradictorio, si, pero ¿qué esperamos de las tibiezas?

Yo le apuesto al respeto. Me demoro más, y la verdad me cuesta mucho en ocasiones, pero no me aleja de la gente interesante. Que resulta ser casi toda, cuando encuentro en qué nos parecemos.

Qué se joda la tolerancia.

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