Sobre las cosas (muchas cosas)

Desde hace un tiempo pienso mucho y me distraigo fácil. Quizá porque estoy cansada, me cuesta trabajo mantener el hilo de un pensamiento lo suficiente. O es sólo una excusa para decir que tengo muchas ganas de escribir aquí hace rato, pero no sobre nada en particular. Sobre la vida que nos pasa y nos sobrepasa con ese afán de cumplir con todos y con todo, engañándonos con la idea de lo urgente para posponer lo importante.

Sobre subirse a un bus o un transmilenio (para quienes no viven en Bogotá: es este invento diabólico que nació como la solución a todos los problemas de movilidad y que refleja perfectamente la visión de "hace lo mismo pero más barato"), ejercicio indigno por dónde los allá, que nos obliga a encontrarnos con los otros en su peor estado, a embutirnos como carne de matadero, a arriesgar nuestra vida y nuestra salud en buses viejos con conductores que en ocasiones no tienen reparo en ir a toda velocidad, y que generan más humo del que podemos respirar diariamente. 

Sobre lo poco valiosos que somos como seres humanos en el sentido laboral: tu puesto, tu salario, tu estabilidad no están garantizados por nada, eres tan descartable como un vaso de cartón ya que detrás de tu puesto hay miles esperando; más jóvenes, más preparados, más dispuestos a ser reventados por los mismos tres pesos. Sobre el miedo de ser despedido si no rindes no solo el cien, sino el ciento diez por ciento. 

Sobre las promesas, ahora tan de moda en época de campañas, que nos hablan mucho de acabar con los síntomas pero olvidan la raíz del problema. Pienso en las propuestas radicales que a veces escucho en la calle: deberían matar a todos los -inserte su grupo problemático aquí-, así se acabaría esta vaina! Pero se olvidan que lo que originó esos grupos (el hambre, la falta de oportunidades, la exclusión, la discriminación) sigue ahí, y no desaparecerá.
Sobre la vida tan corta pero tan saturada de mil cosas. Sobre la muerte, qué es una de las cosas más importantes de la vida.
Creo que este escrito es sólo un reflejo de las tantas cosas que se me ocurren, esos hilos sueltos de pensamiento que no alcanzo a tejer lo suficiente.
En otras palabras, este texto es un ovillo.